Los videojugadores más añejos recordamos con cariño a Contra, uno de los juegos que nos mantuvo más enganchados en la época de los 8-bits.
En Contra nos metíamos en la piel de Bill Rizer y Lance Bean, un par de forzudos soldados que intentaban detener una invasión alienígena con ayuda de un fusil con municiones infinitas y diferentes armas que encontraban al disparar a extraños drones que sobrevolaban las escenas.
En Contra nos metíamos en la piel de Bill Rizer y Lance Bean, un par de forzudos soldados que intentaban detener una invasión alienígena con ayuda de un fusil con municiones infinitas y diferentes armas que encontraban al disparar a extraños drones que sobrevolaban las escenas.